EL MITO EN LA HISTORIA Y RUFINA ALFARO EN LA CONCIENCIA HISTÓRICA PANAMEÑA EN SU BICENTENARIO

Fecha: 2021-11-23
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EL MITO EN LA HISTORIA Y RUFINA ALFARO EN LA CONCIENCIA HISTÓRICA PANAMEÑA EN SU BICENTENARIO Por Gilberto Boutin I.* Con el mito de Rufina Alfaro, se inicia la verdadera antropología nacional panameña. Ella es el reflejo de un espíritu y de un pueblo cuya remembranza se cultiva a lo largo del tiempo, deviniendo un medio explicativo de la historia política del siglo XIX de nuestro país.   La historia del ser humano, en ocasiones solo se explica a través del mito y por vía de legenda que trasciende al tiempo y a la cultura en contraste con la ley y el derecho que prescriben y caducan; le mythe, está inscrito en el corazón de las creencias del ser humano. El mito es irreductible a la racionalidad y está emparentado con la tradición. La figura del mito es objeto de una gama de métodos analíticos; el es una expresión del lenguaje, una unidad de ideas; en el contexto intelectual es un medio de complementar la etnografía y la historia dentro del análisis del gran antropólogo Claude Lévi-Strauss; en el mito consubstancialmente, comporta una relación canónica subyacente (religiosa o moral), es un medio de trascender al mundo ideal. Para Sigmund Freud y el psicoanálisis, el mito es el reverso del sueño, es el consciente del inconsciente que traduce una aspiración colectiva. Para Claude Lévi-Strauss, es un registro oral de sucesos que se transmiten y se renuevan.   El mito es una fórmula de explicación del ideal humano y el expresa lo que la racionalidad no logra descubrir; el mito es diverso, es comparativo, ético, así como tipológico como lo define l’ école française del siglo pasado; de igual suerte, deviene un complemento a la etnografía y a la historia, de ahí, la importancia de poder entender el mito de Rufina Alfaro como la pintura de Eugène Delacroix, “La libertad guiando al pueblo”.  En suma, el mito es múltiple y por ello, es objeto de estudio por la psicología, la antropología por la lingüística estructural y por la filosofía ad infinitum a la cual no puede escapar la trascendencia mítica de Rufina Alfaro en nuestra historia nacional  Veamos entonces la inserción del mito dentro de la humanidad:  Moisés creador del pueblo judío y de la religión judía; el destino mesiánico del pueblo judío solo se puede explicar a través del mito religioso. Algunos fenómenos se explican mediante la irracionalidad como la muerte y resurrección del hijo de Dios (véase Søren Kierkegaard). En la historia, también destaca el mito literario en el Mundo Homérico de Helène de Troie (Elena de Troya), el cual relata un suceso bélico inexistente para los arqueólogos, en la obra de la Ilíada cuya importancia radica en haber trazado las bases de la literatura occidental para siempre, en el fondo era la conquista y salida hacia Anatolia, que en griego significa el este (Turquía). La batalla de las Termópilas y los 300 héroes, sobre el ingente ejército de Jerjes I, transita de   legenda a mito, cuyo valor épico a registrar en la mémoire colectiva europea, es el de haber frenado los griegos, el avance de Oriente sobre Occidente, mito viviente aún que confirma el péndulo del conflicto de civilización por más de 3 mil años entre Oriente y Occidente. Los Nibelungos, obra épica nacional de la vieja germanía, una obra anónima, que resalta a Sigfrido joven caballero alemán, que combate dragones imaginarios es un mito que encarna el superhombre de la nación teutona.  Mas tarde, el mito se replica en la música de Richard Wagner y el pensamiento filosófico de Friedrich Nietzsche.  Otra muestra es el flautista de Hamelín que, en el siglo XIII, soluciona una plaga de ratas con su flauta, siendo reflejo del colectivismo y de un führer que ordena el mundo aldeano. En el mundo anglosajón, el mito novelesco en Robin Hood, bandido social, que roba a los ricos feudales convirtiéndose en el héroe del campesino anglosajón, reflejo de la injusticia de la distribución de tierras. Y finalmente, la doncella d’ Orleans que guía al pueblo francés por inspiración divina como matriz del sentimiento nacional de Francia.
  • Del Lugar de Rufina Alfaro en la Historia Nacional  
Solo puede explicarse, la existencia mítica de Rufina Alfaro, dentro de los factores geográficos, económicos y culturales que rodean la proyección y creación de nuestra heroína peninsular. Respecto a la geografía, la Península de Azuero que engloba hoy a las provincias de Los Santos y Herrera, tiene acceso al mar, brindándole una visión transfronteriza de los impulsos liberales crecientes de la Revolución Francesa, facilidad de puerto que permitió la llegada de comerciantes y extranjeros con aspiraciones de establecerse en una zona privilegiada y de tolerancia.   Las formas económicas de producción artesanal ya estaban definidas en la Península de Azuero; Panamá ya había vivido el Medievo tardío español, con lo cual, se aprestaba al nuevo ciclo del individualismo libertario desarrollado por el librecambismo como doctrina económica y las ideas de abrogar toda sumisión extranjera. La cohesión familiar, la tradición, los relatos constituyen una fuente de solidaridad del pueblo santeño de la época y de Azuero, que define la voluntad colectiva de formar un mundo nuevo. El perfil ideal de Rufina Alfaro, delineado por el pueblo santeño se ve cotejado a una deidad republicana, que responde a un ideal de trascendencia. La trascendencia es parir una nación.  Rufina es la pasión criolla que embauca al Mariscal español, Juan de la Cruz Mourgeon, de la fortificación cuartelaria y debe traducirse ese acto, como la muerte de la sumisión colonial sustituida por la libertad. Rufina Alfaro, «representa» el grito de libertad guiando al pueblo santeño como en otras remembranzas míticas tanto de oriente como de occidente que revelan, la necesaria concreción de un ideal que se inmortaliza con la independencia.   Rufina Alfaro, la cocinera que se infiltra en el cuartel para malograr la pólvora de los fusiles, simboliza lo autentico, el coraje y valor de la mujer istmeña. Rufina encarna la mujer y el poder matriarcal que subsiste aun en la región y que nos singulariza como nación. Es la santificación de la mujer. Nuestra heroína, es la suma de valores de un pueblo que rompe con su estatus colonial, es el Panamá rebelde del incidente de la Tajada de Sandía, de la Huelga Inquilinaria, de la siembra de banderas, y de nuestro proceso de perfeccionamiento soberano por la recuperación de la Zona del Canal.    * El autor es Catedrático de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá.

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