SEGURO SOCIAL:
EL PROBLEMA NO SOLO ES EL IVM
Por:
Rolando Villalaz Guerra
Recientemente se han escuchado
algunas declaraciones de personajes varios del mundo empresarial y social, advirtiendo
que el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social
en el subsistema exclusivamente de beneficio definido (SEBD) se agotaran sus
reservas en el año 2025. Lo cierto es que las ultimas Administraciones de esa
institución, poco o nada hicieron por afrontar el problema y contrarrestar un
escenario negativo en un futuro próximo o inmediato. Con una millonaria
publicidad se nos presentó una engañosa imagen de una supuesta estabilidad
financiera, mientras se ha gastado a manos llenas el dinero de los asegurados
en varios proyectos fallidos.
Lo cierto es que ya se ha
estado presentando un déficit actuarial que irá en aumento, consumiendo no solo
las reservas en el 2025 o antes, sino también el fideicomiso creado con la Ley
52 de 2005. Las acciones de solución deberían haber sido inmediatas y en un
plazo no superior a 24 meses, pero el diálogo de sordos que se promovió, nunca
aterrizo o bien nunca hubo la voluntad política para llegar a acuerdos o
consensos entre los distintos sectores. La supuesta Mesa Técnica presentó
resultados de cifras dudosas, con una base de datos del Seguro Social que no
permite darle la credibilidad necesaria a esas cifras aportadas.
Los distintos escenarios y
alternativas de financiamiento y ajuste del riesgo del IVM y su subsistema
exclusivamente de beneficio definido, se han quedado en el camino.
Sin embargo, el problema de
la Caja de Seguro Social no se encuentra solo en su Programa de Invalidez,
Vejez y Muerte (IVM), sino que también hay otro sensitivo Programa, el de
Enfermedad y Maternidad (EM) que sus reservas financieras también van a ser
golpeadas en los próximos años. Y es que con los contratos “llave en mano” que
implementaron las últimas administraciones, en los próximos años, se va ir
consumiendo o utilizando, entre un 75 % a un 100% de sus reservas actuales, por
la construcción, equipamiento y nombramientos de personal en distintas
instalaciones, incluyendo la denominada “Ciudad Hospitalaria”. Se estima que,
de los mil trescientos sesenta millones que se tenían, cuando aun se podía
creer en ciertas cifras aportadas, se van a tener que pagar gastos varios que
van en el orden de los 800 a casi 1,000 millones de dólares o balboas.
Precisamente el programa de Enfermedad y Maternidad es el que paga los salarios
y sobresueldos del personal de salud y de administración y tiene que ver con toda
compra de medicamentos y de los insumos médico- quirúrgicos y la construcción
de infraestructuras de salud. Debido a esos gastos que deberán asumirse, se
estima que las reservas de Enfermedad y Maternidad pudieran quedar con apenas
unos 3000 a 350 millones, para afrontar los gastos que se cubren con el mismo.
Se deberán evaluar
alternativas para la recapitalización de las reservas financieras de este
programa, evaluando y actualizando las normas sobre inversiones para mejorar la
diversificación e incrementar los rendimientos de las inversiones, manteniendo
la política institucional de privilegiar la seguridad sobre los fondos
invertidos. Se va requerir mejorar la ejecución de aquellas inversiones no
tradicionales, como los préstamos hipotecarios y los préstamos a jubilados, que
con mayores recursos administrativos y de promoción, pueden tener mejor éxito,
extendiéndolo a todo el territorio nacional, para intentar impactar
favorablemente en la calidad de vida de jubilados, pensionados, asegurados y
funcionarios. Medidas más agresivas de deberán adoptarse, para el control de la
evasión y mejorar las recaudaciones. Los procesos tecnológicos no son un fin en
sí mismos, por lo que la gestión extra muros de difusión de las nuevas tecnologías
y de fiscalización, será fundamental, junto a mejoras en la calidad,
efectividad y coordinación de los servicios de salud. Pongamos atención a este
Programa de Enfermedad y Maternidad, pues sus reservas serán impactadas en los
próximos años y no se pueden soslayar las medidas que deban
adoptarse, junto al de Invalidez, vejez y Muerte.
Rolando Villalaz Guerra
Ex Director General de la
Caja de Seguro Social