¿EXISTE EL FUTBOL NACIONAL?

Fecha: 2022-04-25
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Articulo de Opinión

 

                     ¿Existe fútbol nacional?

 

         Por: Rolando Villalaz Guerra

 

 

 

Para nadie es un secreto, que la organización que regenta el futbol nacional recibe

 

ingresos económicos millonarios anuales y desconocemos si se efectúa algún audito

 

por parte de la Contraloría General de la República.

 

Hay razonables dudas sobre si existen en realidad ligas provinciales y estructuras

 

sólidas de clubes, tal cual se da en otros países.

 

 Valga recordar, que a raíz de un polémico cambio hace unos años atrás en una

 

 norma reglamentaria del Instituto Nacional de Deportes, hoy PANDEPORTES,

 

el deporte fútbol, a diferencia del béisbol, atletismo, baloncesto, natación, softbol,

 

boxeo o cualquier otro deporte, se le permite en las elecciones de cambio de su Jun-

 

ta Directiva, voten a los Clubes de la LPF (supuesta Liga Profesional de Futbol), a

 

 la par de los presidentes de las ligas provinciales de Bocas del Toro, Los Santos,

 

 Panamá Metro o Chiriquí, por citar algunas. Esa selectividad con el fútbol,

 

además de violar el Principio constitucional de que no deben existir fueros o

 

 privilegios, violenta la Ley 50 de diciembre de 2007, que por ninguna parte

contempla o permite esa situación tan sui generis.

 

A través de ese privilegio, se ha permitido a la dirigencia del fútbol, prácticamente

 

perpetuarse en el poder, pues con ingresos millonarios que están rondando los tres

 

millones de balboas al año, “la diplomacia de la chequera o el maletín” puede

 

hacer sucumbir a directivos de Ligas provinciales o clubes con una escuálida

 

estructura financiera, tal cual se ha comprobado en años recientes, con problemas 

 

de pago de planillas o imposibilidad de ascender a primera división por escasos

 

recursos económicos.

 

El reciente paro o huelga de hecho efectuada recientemente, nos revela que ni los

 

Clubes llegan los requisitos para ser empleadores o patrones ante lo que establecen

 

las leyes vigentes en la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Trabajo y Desarro-

 

llo Laboral, como tampoco los grupos de jugadores no reúnen la condición de

 

organización social como tal para reclamar ilusamente una Convención Colectiva.

 

 

Cualquiera pudiera creer erróneamente, que con la cantidad de canchas artificia-

 

les que se han hecho y un estadio de 40,000 personas, que supuestamente este país

 

está “futbolizado” o que hay una estructura desde las categorías infantiles en todos

 

los clubes y ligas, y que cada año se hacen los Campeonatos Nacionales en distintas

 

categorías. Lo cierto es que detrás de la propaganda y del mucho dinero que corre,

 

el fútbol como deporte en sí, sigue tan atrasado como antes, cuando no había los

 

recursos que existen hoy en día y que lleva a las televisoras a pelear o compartir

 

derechos de transmisión o de patrocinio económico. Por ejemplo, en las recientes

 

eliminatorias hubo partidos de Panamá donde entraron 15,000 personas, sin em-

 

bargo un juego normal de la LPF, no pasan de 150 a 300 personas, hágase en

 

en el Estadio que sea. Ni hablemos de las canchas artificiales que sin partidas

 

para un mantenimiento sostenido, se han instalado sin ton ni son, no atendiendo

 

criterios de una adecuada planificación, coordinado con las ligas

 

provinciales, de corregimiento o los Clubes. Prácticamente ningún Club tiene un

 

campo de juegos decente que aspire a ser un Estadio, pero usted si ve correr

 

mucho dinero, entre los proyectos GOAL de la FIFA.

 

 

 

 

Lo cierto es que mas allá de la borrachera en unas cuantas discotecas y

 

 restaurantes, la afición al fútbol es discutible que hubiera crecido, mas allá de 3 o

 

4 juegos cada 4 años, existe un silencio absoluto de la labor o actividad de las ligas

 

 provinciales, no se sabe mucho de Campeonatos Nacionales en ninguna categoría

 

 hace años  y si en realidad tenemos Clubes en el sentido real del término, cuántos

 

 de esos Clubes tienen una infraestructura seria, con una sede social, con categorías

 

inferiores y mucho menos si cuentan con campos o estadios donde decentemente se

 

pueda jugar fútbol y si financieramente pueden sostenerse como tales.

 

Es muy difícil pensar que existe fútbol nacional, salvo la derrama de dinero que

 

corre en ciertos círculos, pero que no llega a las estructuras bases del fútbol

 

nacional. El solo permitir una aberración jurídica que no se le permite a otros

 

deportes que se practican en Panamá, y que diez u once directivos de “clubes”

 

su voto sea igual al de un presidente de Liga de Chiriquí o Panamá, es algo

 

digno de admirar, precisamente al ver la enorme contradicción: mucha plata que

 

corre por el fútbol en manos de unos cuantos, mientras la mayoría de las ligas,

 

hace tiempo que no saben lo que es un torneo nacional, como sí se lo exigen a

 

otros deportes que no tienen corona con los jerarcas de PANDEPORTES.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El autor es abogado y fue miembro de la Junta Directiva de la Federación

 

de Fútbol de Panamá 1976-1981.

 

 

Rolando Villalaz Guerra

Cédula 8-399-86

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