El aumento que no satisface a casi nadie
Por Luis Enrique Ruiz M.
Periodista
Recientemente la Caja de Seguro Social (CSS), informó el aumento en B/. 10.00 para jubilados que devengan una pensión menor a los B/.800.00, pero esta acción en vez de alegrar a los beneficiados, causó molestia en gran parte de nuestra sociedad.
Entre los panameños decepcionados con esta acción, se encuentran aquellos jubilados que cuentan con una pensión mayor al tope mencionado. Esperanza Martínez, expresa que inició su carrera como maestra allá por el año de 1,967 cuando el costo de la vida era mucho más barato que hoy y con mucho esfuerzo culminó una carrera universitaria que junto a su trabajo le permitió llegar a la edad de retiro como directora de un prestigioso centro de educación básica en el distrito de San Miguelito.
“Han pasado más de 2 décadas que me jubilé y desde ese momento mi salario es el mismo, que cada vez alcanza menos. Nosotros también somos panameños y cotizamos durante nuestros años productivos a la Caja de Seguro Social y no entiendo porque las autoridades encargadas de este tema, no buscan alternativas viables para que cada cierto tiempo se realice un reajuste a todas nuestras pensiones. A nosotros también nos golpea el constante aumento del costo de la vida”.
Sorprendentemente, otro de los sectores insatisfechos con este aumento, lo componen gran parte de los más de 230 mil jubilados que cobran menos de 800 balboas y que a partir de este enero recibirán diez balboas más en sus pensiones.
Estos panameños aseguran que este aumento, ayuda muy poco a cubrir las necedades de alimentación y principalmente en la compra de medicamentos, aspecto importante para aquellos que se encuentran en la tercera y cuarta edad y ahora más que se enfrenta a la pandemia de Covid-19 y su variante Omicrón que ha aumentado gastos en medicamentos, mascarillas, caretas, gel alcoholado, etc.
La fuerza laboralmente activa, también expresa su preocupación debido a la incertidumbre que cubre este tema, ya que luego de cotizar por muchos años a la Caja del Seguro Social, en estos momentos, ni siquiera se sabe si sus pensiones se manejaran por cuentas individuales o se regresará al modelo solidario.
Este desconocimiento, aunado a la difícil situación del programa de Invalidez Vejez y Muerte de la CSS y esta clase de reajuste que lo absorbe el actual costo de la vida, nos hace vislumbrar un futuro muy oscuro para los panameños que alcancen la edad de jubilación en las próximas décadas.
Se hace imperativo reorganizar las finanzas del Estado panameño para atender varios temas y muy especialmente, al programa de Invalidez, Vejes y Muerte de la Caja de Seguro Social; primero actualizando el sistema de cobro de las cuota obrero patronal, agilizando programas de inversión que facilite a la CSS fortalecer sus finanzas a través de proyectos hipotecarios, préstamos a jubilados y cotizantes a mejores intereses.
Que mayor uso colectivo, se le puede dar a los fondos que genera el Canal de Panamá y los Puertos que funcionan en sus riberas, si un porcentaje adecuado se destina a fortalecer a una de nuestras entidades más grandes y que debe brindar salud y bienestar a gran parte de los que aquí residimos.
Igualmente, los fondos producto de actividades de más reciente creación, como son los diferentes proyectos mineros que deben destinar una parte de esas ganancias a la CSS; así como otras operaciones que actualmente no son grabadas por nuestro régimen impositivo para que una parte de las ganancias que generan, realmente favorezcan a todos los panameños que directa o indirectamente se atienden en la Caja de Seguro Social.

